Me llamo Sua, pero en Marruecos me llaman Souad, que significa Feliz, contenta.

Te cuento un poco mi historia con este destino y cómo empezaron los viajes que ahora te propongo (incluso a otros destinos).

Mi historia con Marruecos está llena de hanan. Hanan no es fácil de definir, es esencialmente un tipo de ternura espontanea, calurosa que se da sin condiciones, sin esperar nada a cambio y quien te la da nunca amenaza en quitártela por muy tont@ que te pongas. 

Yo ya conocía Marruecos, ya tenía una historia allí antes de estos viajes . Pero en 2013 fue diferente. En 2013 renací sobre una Duna del desierto de Merzouga. 

Después de pasar el peor año de mi vida, el primer viaje al desierto fue una revelación para mí. En la quietud y el Silencio del desierto descubrí mi pasión, lo que enciende mi Corazón : acompañarte y guiarte con mucho “Hanan” en estos viajes. ¡Me encanta! ¡Me encanta la gente! Me encanta poder practicar yoga y cantar mantras y meditar en estos lugares tan mágicos. 

¡Me encanta verte florecer! 

Y todo esto no sería posible sin el maravilloso equipo que me rodea y que he formado a lo largo de estos años de viajes. Ahmed, mi incondicional amigo y chófer, un sabio de la vida que nos acompaña y guía en lo que haga falta. Y Adil e Imane que nos acogen en la fabulosa casa de Sidi Kaouki, donde Imane nos cocina platos increíbles mientras Adil hace las compras o nos prepara el hammam o la barbacoa... siempre sonriente y dispuesto. Y luego Alí, nuestro super coach del surf y de la vida , con quién trabajo desde 2014 , un hombre conectado a la naturaleza, a lo divino y al aquí y ahora.

Esta revelación que ocurrió en Marruecos hace ya más de 10 años es la que me mueve a seguir organizando experiencias para ayudarte a conectar con el placer, el descanso y la belleza. Para conectar con nuestra esencia, nuestro Ser.